HOMENAJE A DON FRANCISCO DE QUEVEDO (I)
El lugar en que
me encuentro
se ha llenado de
fulgores
al conocer que
escritores
hacen de Quevedo
el centro.
Animado me
concentro
por si inspirado
me viene
la musa que se
entretiene
rimando feliz el
verso
haciendo que el
universo
de don Francisco
resuene.
Medio ciego y
algo cojo,
no paraba de
escribir,
Góngora fue un
sinvivir
ironizado a su
antojo.
De sonetos ¿cuál
escojo?
uno, ciento y
hasta mil,
de novelas... el
candil
lo encendía y lo
apagaba
si su vida allí
plasmaba.
Leed si no su
perfil:
Aunque nació en
noble cuna
no fue fácil su
existencia.
quizás le faltó
prudencia,
quizás no tuvo
fortuna...
No fue así con
el de Osuna,
duque del todo
ejemplar
al que llego a
dedicar
traducciones de
privanza,
mas al morirse,
mudanza,
volvió su suerte
a cambiar.
(Continuará)
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