Crónicas de mi Periódico 2 de abril de 2020
UN NUEVO ORDEN
Los medios de
comunicación no hablan de otra cosa. En realidad, no se puede hablar de algo
que no sea la Pandemia. Confinados en casa, sin posibilidad de que haya competiciones
deportivas, Conciertos musicales, vida académica y ni siquiera eventos sociales
con sus dimes y diretes, la actualidad queda restringida a la difusión de
noticias de este temido mal, que amenaza y cumple con destruir vidas, y que
presagia un desastre económico de incalculables dimensiones.
Me callo (y no debería)
mi opinión sobre el actual Gobierno y los Gobiernos precedentes, porque mis
reproches, en este momento, servirían de bien poco, y me voy a limitar a dar mi
opinión personal sobre aspectos en los que he estado reflexionando durante este
tiempo de confinamiento.
Se está comprobado que
colectivos tan denostados como el Ejército y la Sanidad y otros no menos
vapuleados como la Educación, la Agricultura y Ganadería, los Transportes, los
Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y un largo etcétera, son los que
están dando el callo en primera línea y los que están haciendo posible que,
ojalá pronto, salgamos de esta penosa situación. Por todo ello me pregunto y
les pregunto:
Cuando todo haya pasado,
¿seguiremos opinando que el Ejército es un conjunto de vagos acuartelados a los
que hemos de mantener por no hacer nada?, ¿seguiremos permitiendo que los
profesionales de Medicina y Enfermería después de acceder a sus respectivas
Carreras con notas elevadas y soportar años de estudios y duras
oposiciones, se nos vayan a Reino Unido,
Irlanda, Alemania, etc.? , ¿haremos que agricultores y ganaderos ejerzan
actividades rentables, abonando precios justos por los productos que generan,
evitando así la despoblación? , ¿habrá diferencias sustanciales en el precio de
los carburantes entre los que ejercen una actividad productiva y los que no la
realizan?, ¿entenderemos de una vez por
todas que Defensa, Sanidad y Educación deben ser servicios centralizados y no
al albor de las Autonomías?, ¿comprenderán los Presidentes de estas Autonomías
que son meros administradores y no reyezuelos de los territorios que deben
gestionar y que consideran como propios?, ¿invertiremos más en investigación y
cultura?, ¿seremos capaces de crear un tejido industrial competente para que no
tengamos que depender exclusivamente del turismo? Y por último, ¿continuaremos
votando a charlatanes y demagogos que no tienen ni conocimientos ni experiencia
para presidir grandes urbes u ocupar Ministerios y menos para dirigir una
nación?
Un nuevo orden en el
que haya una prelación de necesidades, es absolutamente necesario para tener
puntos de apoyo consistentes frente a futuras calamidades. Ya se está
comprobando que la nación ha vivido al día, capeando las coyunturas de manera
precaria, enfrascada en un sinsentido de luchas partidistas tendentes a
conseguir el poder, por el poder.
O aprendemos la lección
con prontitud, o de lo contrario, viviremos en constante precariedad.
Fotografía de Santos
Pintor Galán.
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