Crónicas de mi Periódico 14 de mayo de 2020
QUE POR MAYO ERA, POR MAYO,...
Así comienza el "Romance del Prisionero"
de autor desconocido como desconocida es la procedencia de este virus que nos
trae de cabeza, nos encierra en nuestras casas- prisión y nos va concediendo
pequeñas libertades no exentas de incógnitas que a la postre son riesgos. Todo
sea para que la maquinaría económica no se destruya por completo y quedemos
confinados y condenados a cadena perpetua no revisable.
Después de que Joaquín Sabina se preguntara que
quién le había robado el mes de abril y que gracias al romancillo del
prisionero sepamos que mayo es el mes
donde hace la calor, cuando los
trigos encañan y están los campos en flor, se buscan autores con letras
apropiadas para los meses de junio, julio... y vaya usted a saber hasta cuándo.
En este país en el que presumimos de genio racial,
de gracia singular y de ser capaces de poner en funcionamiento cualquier
mecanismo, relojes de madera incluidos, nos hemos topado con la cruda realidad
de descubrir, entre otras deficiencias, que poseemos una industria basada en
sol y playa, una paupérrima inversión en I+D y un Sistema Sanitario de baja
dotación, con gente experta y voluntariosa pero muy mal equipada. El resultado
está a la vista: somos el país europeo con más Copas Champions y el primero a nivel mundial en número de muertos por
millón de habitantes. ¡Triste récord!
Como es muy cierto que de los errores se aprende, no
estaría de más que cuando superemos la última fase de la desescalada (palabra
horrorosa) y sobre todo, cuando la ansiada vacuna nos libere de escuchar la
frasecita: "Hoy hemos tenido un ligero repunte", y comencemos la
reconstrucción patria, lo conveniente sería arrancar de cuajo a los corruptos,
eliminar los populismos, desechar a los ineptos y situar en puntos claves de
gobernanza a personas que sepan por dónde hay que empezar para crear bases
sólidas sobre las que construir la prosperidad y la riqueza de una nación. Si
consiguiéramos tener una Sanidad dotada de medios humanos y tecnológicos, una
industria diversificada en productos de toda índole, situada uniformemente en
todas las Comunidades del Estado, un régimen tributario idéntico para todos los
españoles y si el objetivo primordial fuera el fomento de la Cultura en
cualquiera de sus múltiples facetas, comenzando desde la escuela por las
generaciones más jóvenes, estaríamos dando pasos hacia un futuro en el que,
ante situaciones como la actual, nos
encontraríamos mejor preparados.
Puede que la lectura de mis propuestas produzcan
hilaridad o suenen a tremendamente utópicas, pero, si no nos las proponemos o
no intentamos alcanzarlas, es muy probable que en el siguiente desastre
acabemos diciendo como el final romancillo: la
avecilla que me cantaba al albor. Matómela un ballestero; dele Dios mal
galardón.
Fotografía de
Santos Pintor Galán.
Muy certeros tus comentarios, Carlos. Un abrazo.
ResponderEliminarMuy agradecido por su comentario, estimado lector. Me resulta muy agradable sentirme respaldado por personas que comparte mis opiniones. Saludos.
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