LA REFORMA

Crónicas de mi Periódico                  6 de octubre de  2022

¡QUÉ BOCHORNO!

 

 

 

Después de los calores pasados en los últimos tiempos, y tras unos días de tregua, el otoño nos vuelve a sorprender regalándonos unas temperaturas impropias para esta época del año, con el agravante añadido de que ya descansan en los armarios parte de nuestro vestuario veraniego. ¡Qué bochorno!

Pero no es a este fenómeno atmosférico al que únicamente quiero señalar. El Gobierno ha presentado el pasado martes los cacareados PGE para 2023, amañados entre socialistas y comunistas, que en los momentos actuales casi son la misma cosa, con el beneplácito de CC.OO. y UGT, sus agradecidos servidores. En ellos se fija para los empleados públicos una subida de sus emolumentos del 8%, con la posibilidad de que se pueda alcanzar el 9,5%, ¡pero para el trienio 2022-2024! ¡Qué bochorno! Además, los creadores del invento, que hablan siempre de igualar el abismo social entre ricos y pobres, hacen que la subida sea lineal, de manera que el sueldo de sus señorías subirá unos cuatro veces el de un funcionario tipo. ¡Que bochorno!

En los Presupuestos, se reparten sin criterio ayudas a troche y moche entre diversos colectivos, en un desesperado intento de captar votos y voluntades. Quizás a algunos se les escape que este dinero hará que la Deuda Pública aumentará aún más con unos intereses, que en este momentos, sextuplican los del mes anterior. "Que el que venga detrás que arree", dirá el trilero. ¡Qué bochorno!

Desde que Rusia invadió Ucranía, vamos de zozobra en zozobra. Entre bombardeos y muertos, los rusos se han anexionado, de momento, cuatro provincias ucranianas y aunque el ejército invadido parece recuperar posiciones, se están movilizando reservistas rusos que pueden volver a cambiar el signo de la guerra. Por si fuera poco, Putin amenaza con utilizar armas tácticas nucleares y un submarino con una carga nuclear apocalíptica, espera pacientemente órdenes bajos las aguas del Ártico. Uniéndose a la exhibición pirotécnica, Corea del Norte prueba misiles de largo alcance que sobrevuelan el espacio aéreo nipón.

Esto hace pensar lo equivocados que están los podemitas empeñados en que no suba el presupuesto en Defensa. En estos detalles se nota el compañerismo con sus amigos comunistas dirigidos por el invasor Putin.

La propaganda que nos ofrecen las televisiones al servicio del Gobierno, no hace más que advertirnos de que debemos ajustarnos el cinturón. ¿Más todavía? Razón por la que me parece un despilfarro que el govern abra una oficina en Liubliana para "reforzar" la presencia de Cataluña en Eslovenia. ¡Qué bochorno!

Sea por la guerra o por la especulación (más por esto último), los precios de los alimentos básicos no dejan de crecer y la gente se esfuerza en mirar y mirar en dónde la docena de huevos cuesta una pizca menos o en qué puesto las nectarinas no están tan caras, aunque no tengan una excelente presencia.

Entre tanto, un hombre que aspira a todo sin hacer nada positivo para arreglar la situación existente, sigue contaminando los cielos con el Falcon. ¡Qué bochorno!