domingo, 13 de julio de 2025

 

LA VIDA DE MAGÍN PUERRO

-XXIV-

 

Seguir en el mismo pueblo

era del todo locura

enfrentados con el cura

si no había matrimonio,

dijimos: ¡Qué demonio!

De locos es la locura.

 

 

 

Una vez dimos el paso,

comenzamos a pensar

la forma de disfrutar

para no dejar de lado

el amigo más amado

a quien quieres invitar.

 

 

Tenía que ser de blanco

el vestido de María,

vestido que no podía

adquirir por ser tan caro

para el que viene del paro

y no ha ahorrado todavía.

 

 

Mercedes, la de la tienda,

tuvo una idea genial:

tomó retales de un chal,

cosiéndolos con bordados

creyendo los invitados

ver una novia floral.

 

 

Don Cosme rió contento

el día del casamiento

mostrando al ayuntamiento

cómo se hacen las cosas;

hablando, todas las losas

sirven para pavimento.

                                             

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