LOS CAMINOS DE LA POESÍA
El pasado día 7, comenzó su andadura "Los
Viernes del Sarmiento", grupo poético literario que dirige y anima la
poetisa Araceli Sagüillo, con una Conferencia titulada: "Los Caminos de la
Poesía", impartida por Esperanza Ortega. Sin duda, un inicio consistente y
exquisito.
Esperanza Ortega, es escritora, poeta, editora,
traductora y crítica literaria de reconocido prestigio. Entre sus muchos
galardones, atesora el Premio de poesía. "Jaime Gil de Biedma", no
siendo infrecuente leer sus artículos en El
País, ABC, El Norte de Castilla y
El Mundo.
La conferenciante, inició su alocución reflexionando
sobre el hecho que el ritmo de una composición poética se inicia en el hombre,
cuando escucha a un mismo tiempo el ruido de sus pasos y el latido del corazón.
Al darse la vuelta descubre que sus pasos han dejado huella: han hecho camino.
El hombre medieval seguía el camino de
la senda marcada por una concepción cristiana de la vida. Nos lo recuerda Jorge
Manrique en sus "Coplas por la muerte de su padre".
Este
mundo es el camino
para
el otro que es morada sin pesar,
mas
cumple tener buen tino
para
andar esta jornada sin errar
Antes,
Dante Alighieri, (en ese momento por el que algunos hemos pasado de vida
intermedia, cuando la niñez queda lejos y tampoco se vislumbra cercana la
muerte), en plena crisis, se extravía, se sale del camino y, alegóricamente,
recorre un camino tortuoso. Desde la selva oscura en la que se encontraba,
desea alcanzar el Paraíso, pasando por todos los círculos infernales y el
purgatorio, acompañado siempre por su inspirador Virgilio, a quien le pide que
le acompañe, rescatándole del limbo en donde se encontraba. La búsqueda de
Dante, no sólo es la búsqueda del otro (Beatrice), sino el deseo de encontrase
con su propio corazón. Descubre que el verso y el beso son indisociables como
el haz y el envés de una hoja.
Siglos
más tarde, Antonio Machado, nos da una visión existencialista de la vida,
opuesta a la de Jorge Manrique:
Caminante,
son tus huellas
el
camino y nada más;
caminante,
no hay camino,
se
hace camino al andar.
y
continúa su poema, negando toda posibilidad de regreso al pasado:
Al
andar se hace camino
y
al volver la vista atrás
se
ve la senda que nunca
se
ha de volver a pisar.
Caminante
no hay camino
sino
estelas en la mar...
Una
perspectiva actualizada del camino poético, la encontramos en el escritor
vallisoletano Francisco Pino, quien traslada el camino al más allá. El
caminante quisiera no dejar huellas. Las huellas son aquello que nos impide
volar; por eso el pájaro simboliza la libertad, aunque le sea inherente su
fragilidad.
¿Habrá
algo más hermoso que quedarse sin huellas?
Sólo
el pájaro sabe de esta gracia
y
el horizonte aquel que de la luz se arranca
sin
dolor, con un leve marcharse ajeno al tiempo
al
calendario triste que siempre deja huella.
Andar,
andar, andar esperando que un día
la
tierra no nos sienta; querer la lejanía
donde
el hombre se evade de los ojos.
Con
estos versos de Francisco Pino, concluyó la hermosa, profunda y encantadora
Charla de Esperanza Ortega, mujer erudita, de clara dicción y aterciopelada
voz.